Gracias papi por hacerme sentir importante ante ti y ante el mundo. Por ayudarme a creer que consigo llevar algo a cabo. Gracias por cambiar mi pésimo ánimo y dejarme vivir al lado tuyo, encontrando sueños realizados y éxitos logrados. Por ir a lo largo del camino junto a mí, enseñándome los baches y el terreno resbaladizo. Gracias por advertir el momento en que podía hacer bien las cosas por mi cuenta, pero sin abandonarme del todo. Y gracias por estar siempre ahí, al otro lado del teléfono, en un lugar donde siempre te encontraré y en donde siempre puedo pedirte un consejo, un abrazo, una mano, o simplemente donde siempre te encontraré, en el centro de mi corazón.
Papá, tú eres mi nº1, mi campeón, y el mejor
GRACIAS PAPI
CARLI
Me morí de la ternura.
ResponderEliminarMe llamo Vilma y te invito a leer mi historia.